Desde que se patento en 1921 el primer secador de manos, estos han ido evolucionado para ofrecer una experiencia agradable al usuario, añadiendo funcionalidades y mejoras, se incluyo una resistencia para secado con aire caliente distintos tipos de cubiertas (carcasas), diversas formas de colocar: empotrados o expuestos.
La evolución de los secadores de manos continua, hoy en día el tiempo es muy importante para los usuarios, por ello existen secadores de nueva generación que ofrece ahorro en distintos aspectos:
- Es la solución perfecta para sustituir el uso del papel.
- El costo por secada es mucho menor que usando secadores tradicionales y papel.
- El tiempo de secado es en tan solo unos segundos.
- Diseño exclusivo, que armoniza con cualquier estilo del área donde se instala.
- El nivel de ruido es menor que un secador de manos tradicional.
- El ruido del aire saliendo de este tipo de secadores afecta a los niños.
Secadores tradicionales
Lo bueno.
Diseño y funcionamiento sin cambio desde hace 100 años, fácil de instalar, popular en gran parte del mundo, existen variantes de botón o automático.
Lo malo.
Su capacidad de secado no es la mejor, demanda más tiempo y el costo por secado aumenta.
El agua que desprende de las manos cae al suelo y salpica al usuario.
Constante limpieza solo del área debajo del secador por el agua en el piso.
Secadores ultra-rápidos
Lo bueno.
Secadores de nueva generación con un diseño moderno. La colocación de las manos en el interior (cero contacto) donde el secado se lleva en pocos segundos y de manera mas efectiva que otros modelos. El agua excedente se almacena en el deposito del secador y no salpica al usuario ni moja el suelo. En su diseño los motores se colocaron en la parte inferior, con esto reduce el ruido percibido por los usuarios adultos y niños.
Lo malo.
Debido a su características la instalación es diferente al tradicional, no se coloca en alto, debe de ubicarse bajo para introducir las manos y hacer el proceso de secado.
