Era una tendencia que venía de tiempo atrás, pero que se ha consolidado de forma definitiva con la pandemia: el baño ha dejado de ser un espacio gris y rutinario para convertirse en una estancia en la que buscamos nuestro bienestar para desconectar del mundo y cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente.
En el baño, disfrutamos de nuestro momento de relax e intimidad, por lo que a la hora de elegir y diseñar el baño, nos enfocamos en las piezas que a parte de funcionalidad pueden aportar diseño.
Dentro del baño, uno de los elementos clave es la taza de baño. Al pensar en él, lo solemos hacer como un mero elemento funcional que acompaña el baño y no nos ponemos a pensar en su estética o lo que esta puede aportar al espacio.
Si se busca que todos los componentes del baño estén en armonía, un ejemplo ideal es la taza de baño empotrada. Esta opción es perfecta si buscas un estilo decorativo más moderno y actual ya que aporta una estética más visual y de líneas limpias, ofreciendo así un aspecto de mayor amplitud y serenidad al cuarto de baño.
Las ventajas de las tazas de baño empotradas a muro.
Diseño: Lo primero que llama la atención de las tazas de baño empotradas es su diseño. Al tener el tanque oculto en el muro, la taza se integra mejor en el espacio y se ofrece una estética mucho más visual.
Adaptabilidad: Las tazas de baño empotradas son más flexibles que el resto de las tazas, ya que al colgarse de pared, estos elementos suspendido nos permiten adaptar al máximo el baño porque podemos adaptarlo a la altura deseada, que es ideal para personas mayores, niños o personas con algún problema de movilidad.
Facilidad de limpieza: En comparación con las tazas tradicionales, la limpieza en las piezas suspendidas son más practicas, ya que debido a su colocación nos permite poder realizarla por toda la superficie.
Sistema Eficientes en la descarga: los inodoros de diversas marcas, cuentan con un sistema que consigue optimizar el lavado interior con eficiencia y eficacia, gracias a la fuerza y simetría con la que el agua entra en el bowl de la taza.
De esta manera, limpia toda la superficie interior proporcionando un resultado de lavado sin salpicaduras, mejorando el nivel de higiene. Gracias a este sistema, el agua esta mejor distribuida y la utilización es más eficiente, lo que ayuda a reducir considerablemente el consumo de agua.
